Oh oh digo yo... (?)
Mil cosas atraviesan mi mente. Mi amigo del más allá pide actualización y por supuesto que lo voy a complacer. Además si quería actualizar hace casi una semana. Pero la PC y la memoria de pollo que tengo no me lo permitieron.
¿Qué podría plasmar esta vez? Algún drama de mi vida o quizá uno ajeno. Ambos servirían de todo modos. Pero el propio tiene ventaja porque como lo vivo sé todos sus detalles: sus inicios, desarrollo y consecuencias.
Podría empezar por la narración de mi desagrado hacia las fiestas populares. Que ando pasando clases irregulares en un instituto. También sobre la lectura de varios libros. Dos que he terminado y otros tres que empecé casi al mismo tiempo y aún no he terminado.
Pero cuando pienso en todo esto que se supone es vida sigue surgiendo una pregunta una y otra vez. ¿Vale la pena?
No siento que nada de esto sea nada relevante. Es más. Me siento como una más de los tantos miles de millones de personas que "viven" su vida haciendo tal y cual cosa pero sin hacer realmente nada. Y que todo el sistema de cosas que nos rodean no tienen razón de ser. En el fondo estos pensamientos me llegan a preguntarme una y otra vez si acaso todo esto sea importante.
Todos van en busca de la felicidad. Esa es mi meta, que es la meta, el sueño de todos. Y son tan pocos quienes la encuentran... tan pocos. Y ¿qué es la felicidad? ¿Dónde la podemos encontrar?
Yo tengo una simple respuesta. Pero sé que no es la adecuada y sin embargo es la verdadera.
Me sueño en los brazos de la persona que yo más quiero. Sintiéndome flotar, perdiendo la noción del tiempo, sin importarme nada más que escuchar el latido de su corazón junto al mío, sumida en lo más profundo de mi ser, embargada del calor protector y tierno de un abrazo suyo. Y luego, morir. Morir en ese instante de amor sin palabras, sin nada más que el recuerdo eterno de ese glorioso momento.
Pero es un sueño inalcanzable. Pero no es imposible.
Temática Memorias de una loca