Hace ya un tiempo que he sacado algunos pensamientos míos, sensaciones, emociones y pasiones propias para publicarlos en este espacio con la intención de deshacerme de ellos en un plano más incorpóreo que mi propia mente. En una entrada anterior mencioné que de este modo sentía que estas sensaciones me eran ya ajenas, que ya no eran mías. Algo así como liberarme del peso de mis pensamientos.
Es lógico. Después de todo, una persona como yo no puede quedarse con todo dentro por el resto de su vida. Era encerrarme y edificar las paredes (o los muros) que una vez mi amigo de más allá, México, mencionó. Esas paredes yo las había edificado desde muchos años atrás sin darme cuenta.
Cada vez que yo me sentía amenazaba creaba un ladrillo. En cada etapa vivida construía una pequeña parte de esa pared. Las paredes después de tantos años, después de tantas amenazas que he sentido a lo largo de mi niñez y mi adolescencia se han interpuesto ante las varias posibilidades de ser libre que he tenido, porque no supe que era ello lo que me detuvo en ese entonces. Sin embargo sabía que había algo que no estaba bien, pero “yo era así” y eso bastó siempre.
Ahora que soy consciente de lo que pasa a mí alrededor, que sé lo que está mal dentro de mí, ¿ha llegado la hora de destruir las paredes?
No, no es la solución. Además no es tan fácil. No tengo las herramientas necesarias para ello, no por ahora. A parte de eso no es malo que las paredes estén allí, lo malo es que esas paredes son demasiado gruesas, son demasiado altas y lo peor de todo, quizá lo único que me pudo haber hecho todo mucho más fácil… olvidé hacer la puerta.
Sí, me encerré dentro de cuatro paredes que no tienen una puerta. Ah! Pero noté que uno de esos bloques que hice no era muy firme. Creo incluso que una vez vi a varios como ese… Sí, tal vez podría comenzar por ellos para salir, para ser libre de mi misma. En fin, pues que ando encerrada dentro de mí. Y a veces ni siquiera puedo verme a mi misma. Entonces ¿Cómo podrán los demás ver quien soy?
Bueno, hasta ahí creo que es obvio el lío en que estoy metida. Lo que se consideraría el “drama” del asunto.
No sé muy bien porqué de repente se me ha ocurrido analizarme a mi misma de una forma seria. Quizá porque todo el “drama” me ha causado más “drama”, y porque obviamente no me está permitiendo vivir de una manera lo que se dice comúnmente: normal. Mi personalidad se ha visto trastornada, así que en cierta forma nada graciosa estoy loca. O bueno, no soy demasiado normal como se supone debería de ser una persona de mi edad y características. Y es que mis características no están definidas del todo, en realidad y para hacerlo más simple: no soy una persona definida. Por lo menos en la mayoría de los aspectos.
Podría citar muchos enunciados sobre lo que supuestamente padezco, probablemente me acercaría mucho a la verdad. Pero la introspección tiene desventajas: Puedo caer en la retrospección y/o imparcialidad.
Aún así, para ser la primera vez que lo hago seriamente, creo que está bien.
Así que el drama regresa, ya que por una parte me da flojera y además no tengo tiempo para organizar muy bien mi space que es donde quería llevar el drama.
Eso sí, al hacer la famosa retrospección y ponerme a escribir se me han salido algunas cosas muy íntimas (que me pusieron sensible -.-'), por ello y porque tal vez no sea algo tan interesante me lo guardaré como para analizarme yo misma. Finalmente ese era el plan no?
Gracias por leer a esta loca. Saludos!
Temática Memorias de una loca