Supongo que tener la mente demasiado embotada de determinados pensamientos y sentimientos hizo que en algún momento dejara de importarme lo que hay más allá. Quise desafiar la gravedad y creer que no importa nada más, porque al menos me sentía un poquito más completa.
Qué equivocada estaba. Y aún lo estoy. Analizando lo que me rodea, las personas que me rodean y todos los sentimientos y pensamientos de los que estoy rodeada y que me afectan directamente... Estoy perdida. ¿Cómo no estarlo? Si cuando más necesito del apoyo de las personas estas más me hunden y ayudan en la caída.
Las palabras, los gestos, los actos en sí... Necesitaría alejarme de todo lo negativo otra vez, pero es sólo volver a lo mismo. Alejarme definitivamente, quizá eso sea lo mejor que pueda hacer, pero hacerlo de verdad. No creo contar con apoyo, tampoco es que deba sorprenderme mucho, nunca lo tuve del modo y en el momento que lo necesité, pero supongo que sigo esperando más, algo más.
Claro, lo principal es dejar de soñar. Pero de soñar con imposibles, que yo sé que lo son. Y quedarme con los pequeños sueños que sé puedo hacer realidad y que me harán bien, a mi alma y a mi vida. A mi salud misma que de un tiempo a esta parte se ha visto tan afectada...
Debo hallar la fuerza para seguir adelante y sólo en mi misma, no puedo depender de los demás. Debo ir desligandome de todo, cortando lazos, enterrando memorias y empezar a olvidar, poco a poco.
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Temática Memorias de una loca