Típica frase que usó un conocido filosofo que no recuerdo quien fue. Cierto, me parece que fue Demócrito o uno de sus contemporáneos...
Pero la idea central de este dicho se basa en que todo cambia a lo largo del tiempo en todos los aspectos de la vida.
Y por qué estoy hablando de filósofos? Porque estoy leyendome "El Mundo de Sofía" de Gaarder.
mientras lo leo recuerdo cuando estaba en el colegio y cómo en ese entonces las ideas de los filósofos me parecieron fascinantes. Pero con el tiempo las he olvidado y volver a saber de sus doctrinas es interesante, aunque a veces se hace pesado porque me digo: eso yo ya lo sabía. A veces me resulta tan obvio todo que me aburro y por ello me he saltado varias páginas, pero ahí voy, haciendole la lucha contra el aburrimiento.
Y es tan maravilloso de repente encontrarte y conocer un nuevo mundo del que tú ignorabas todo que es imposible no sentirte extraña ante ello. Así me sentí ayer cuando después de medio año por fin crucé más que el saludo con mi vecina, que de ahora en adelante será mi alumna.
Lo peor de todo es que descubrí que no soy buena profesora, quizá porque tomé conciencia de que no sé nada y por ello no tengo nada que enseñar. Claro que no es que sea una ignorante, sino que las matemáticas desde hace un tiempo han dejado de ser algo importante para mí y más bien me parece una absurda forma de mecanizarlo todo. Además con el tiempo y sin niguna práctica he olvidado todos los conceptos. Y no es que lo haya hecho sin querer, sino al contrario. De modo que ayer la que tenía más dudas sobre si el trinomio de la forma tal o cual era así o asá era yo y no mi alumna. Sé que tendré que ponerme a repasar todo lo que aprendí ya hace muchos años y eso me costará trabajo, pero también sé que no pude haberlo olvidado todo y que en algna parte de mi cerebro se encuentran bien escondidos todos los conocimientos que tenía sobre la materia.
Como es de esperarse no iba a aceptar que había olvidado todo delante de mi alumna y tuve que salirme por la tangente. empecé a hablar con ella de mis épocas de colegiala y como ella está en lo que fue mi colegio pues hubo mucho de donde sacar tema de conversación. que si los profesores, que si los cursos, que si la banda, que si el ballet, los horarios y las vicisitudes que uno pasa en la vida estudiantil. charlé con ella más de 7 horas! Hasta olvidé cenar, así que es cierto: La charla perjudica. Pero no perdí el tiempo y aprendí mucho de ella, una niña de 14 años que como cualquier persona tiene una historia que compartir. Y claro, a grandes rasgos yo compartí con ella algo de mi vida. Y quién lo hubiera imaginado?
aún así, aunque hayan muchas cosas interesantes en mis días no puedo evitar sentirme una inútil y a veces desearía dormir sin despertar jamás. Pero si los sueños son como los de las ultimas noches me daría lo mismo seguir despierta.
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Temática Memorias de una loca, Reflexiones