Perdía las fuerzas a causa del veneno de la serpiente, y poco a poco fui cayendo al piso. Cuando el Crucio de mi hermano me tocó caí al suelo totalmente y sólo pude sacar fuerza de mis adentros para seguir conciente y luchar contra el veneno. Él se me acercó, y con tristeza me preguntó:
- por que?... por que no me dijiste que te unirias a "esos"? esos aurores!... malditos.... no contestes aun.... no me digas lo que kiero escuchar... solo la verdad...
De repente mi semblante cambió y sentí tristeza también, sabía que el no lo entendería, quizá nadie podría entenderlo aún, sin embargo él era mi hermano y yo lo quería, sabía que el trataría de entender. Reuniendo fuerzas empecé a incorporarme poco a poco mientras le contestaba calmadamente:
- Porque me he dado cuenta de que estaba equivocada, de que pensaba cosas que no eran, de que me uní al bando equivocado. Mi lugar nunca fue ese, pero tuve que convencerme por mí misma, entrar y entenderlo, vivir en carne propia lo que yo no era, lo que nunca fui pero que yo sentía que era.
Angel parecía no entender mientras yo ya me había incorporado totalmente.
- El tiempo que escapé de este mundo, cuando apenas y nos veíamos, me sirvió para conocerme a mi misma, para poder descubrir a la princesa que llevo dentro de mi. Yo he cambiado y ciertamente todo para mí ha cambiado, pero mi cariño hacia tí, eso nunca cambiará a pesar que ahora seamos diferentes en apariencia.
Con la varita dirigida a él caminé unos pasos lentamente.
- Creo que este duelo ha terminado. Sólo quería verte y reconocerte después de tanto tiempo. Y creo que por el momento ya he visto demasiado. Has mejorado mucho, quizá la próxima vez que nos veamos... no lo sé.
Y con una sonrisa en los labios desaparecí del lugar.
Temática Memorias de una loca