Y la vida es... no podría decir exactamente qué.
Sólo sé que mi abuela tenía razón. Lo que no pasa en años pasa en segundos.
El pasado te puede volver a tocar la puerta y tu no sabrías si dejarlo pasar o cerrarle la puerta en las narices para que nunca más regrese. Mi maldito pasado ha regresado y amenaza lo que más quiero en esta vida: mi independencia.
La independencia que me costó años tener, disfrutar y que ahora podría perder solo por ser "feliz" con mi "familia". Y es que pongo en duda lo que vendría a ser mi familia. No tengo y nunca he vivido en una familia convencional y a esta altura no creo estar preparada para empezar a tenerla. Una de las razones fundamentales por las que dudo mucho que algún día logre conocer a mi principe azul y tener hijos y una familia común y corriente. No soy así, tengo una perpectiva de la vida y de la felicidad demasiado diferente a lo que todo el mundo considera normal. Al fin y al cabo existe la normalidad como todos dicen? Claro que no, sino que muchas personas desean acoplarse a lo que se supone debe ser, lo que todos han aprobado como normal. Pero es solo un estilo de vida al que deben acoplarse sin saber si quieren hacerlo en realidad. No lo sé y tampoco puedo cuestionar del todo a todas las demas personas que me rodean y que tienen sus propias ideas sobre la felicidad, la importancia de la familia y todo tipo de cosas.
No puedo borrar del todo lo que fue, y aún si lo hiciese no estoy dispuesta a arriesgar mi libertad. Pero estoy con dudas porque tengo en mis manos la vida de cinco personas, todo depende de mí. Yo tengo la facultad de convencer a mi madre, de ayudar a mis hermanos y de darle una oportunidad a mi padrastro. Yo tengo la facultad de hacer y deshacer todo cuanto hay, de todo cuanto puede haber. Y sin embargo podría llegar a ser tan egoísta y pensar tan sólo en mí, en mi bienestar y en mi vida. Como siempre lo he hecho... No, no lo he hecho siempre, pero lo hice durante los ultimos años, y desearía seguir haciendolo. Pero y los demás qué?
Debo buscar una solución, debo pensar en los demás, debo velar por ellos. Ahora, cuando sólo tengo 21 años.
Creo que es una gran responsabilidad y aunque no lo parezca y no lo desee la tengo que aceptar.
Temática Memorias de una loca