24 diciembre, 2008

Promesa de Navidad

La Navidad ha llegado... Qué extraño. El tiempo ha pasado...

Hoy me hice una promesa a mí misma. Será difícil, pero es una promesa que pienso cumplir, porque es tiempo de avanzar, porque me cansé de ver la vida pasar. Es triste, pero debo crecer.

Siento nostalgia por lo que estoy a punto de dejar atrás. Personas, amigos, buenos momentos, la escencia de mi adolescencia, toda una vida. Un mundo que no existió más que en mi mente y en mi corazón. Algo que nunca olvidaré y estoy segura que extrañaré.

Este no es un adios, pero siento que es así, porque dejó hoy y para siempre esta etapa de mi vida. Quizá vuelva algún día, pues no pienso dejar todo lo que gané. Porque los amigos que conocí, mis amigos, son muy importantes para mí. Aún estando a cientos de kilómetros los he tenido tan cerca que no los olvido y nunca lo haré. Estaré con ellos y para ellos siempre, aunque no lo sepan. Porque los quiero como no he querido a nadie más.

A tí...

Te quiero mucho Alan. Siento haberme alejado de tí, tuve miedo, pero ya no más.
Hay tantas cosas que nunca pude decirte...
Quiero pensar que tengo tiempo para hacerlo, sé que lo tenemos. Quizá no hoy, quizá mañana. Porque lo que siento por tí es especial. Porque sé que nuestra amistad lo es. Porque algún día podré decirtelo al oído y abrazarte como alguna vez soñé (¿Recuerdas?).
Te deseo lo mejor, hoy y siempre amigo. Que pases una Feliz Navidad y tengas un buen comienzo de año. Te mando abrazos y besos a la distancia.

10 diciembre, 2008

Estática

No sé cómo definirla. A veces me parece graciosa, otras… ridícula. La nostalgia debería simplemente ser algo así como una experiencia religiosa que disfruto cuando menos me lo espero. Me pregunto si vivir con nostalgia es algo malo. Supongo que el exceso sí lo es. Pero es algo natural en mí. O eso creo. La verdad es que siento que ya no sé nada. Frustrante no?

Evidentemente no he madurado nada. Es decir, me he dado cuenta de que por quien sabe cuantas cosas, me he quedado en la adolescencia. Y es obvio que no debería de estar ahí, sino un nivel más arriba.
Supongo que había deseado tanto ser “grande” cuando era pequeña, que cuando llegué a la adolescencia pues decidí quedarme allí por mucho más tiempo del debido, quizá inconscientemente, aunque me temo que fui y soy plenamente consciente de esto. Quería quedarme allí.

Es dificil decidir el momento exacto en que todo cambiará. Nunca lo hace. Hay pequeños cambios casi imperceptibles, pero son muy pequeños, no son nada. No me sirven.

Estaba pensando (autoanalizandome a mi misma) que el no saber qué responder cuando me preguntan a quien admiro no es muy normal. Es triste. No admiro a nadie, no tengo un modelo a seguir, no tengo un héroe. No tengo la aspiración de "ser como". Supongo que me he tomado muy en serio eso de ser yo misma, única y llena de errores. Pero ahora es cuando dudo que sea tan fantástico como lo pensé al principio.

Tampoco es que quiera caer en un remolino de supocisiones y autoanalisis. No doy para eso. Estoy mental y animicamente cansada. No sé que hago todavía pendiente de ciertas cosas. Debería de dormir un buen rato y poner todo en orden. Es que le temo a que todo este bien y luego no haya más que hacer.

Será que mi vida es tan vacía que intento inconscientemente crearme pequeños retos y problemas con tal de tener algo que hacer?