29 enero, 2008

Y el día de hoy...

Ayer fue un día normal dentro de lo que cabe. Todo... igual que siempre. Nada interesante al menos hasta la noche. Justo antes de dormir tomé consciencia de que hoy en la mañana tendría que rendir el examen de dispensación.
De más está decir que dormí muy mal. Pesadillas... ¡¡¡Malditas pesadillas!!!
Soñé que llegaba al examen retrasada, que a la hora de salir para allá no tenía la menor idea de donde era el lugar donde debía presentarme. De repente cuanto la alarma sonó me encontré con que ya iba para allá, hacía donde está una plaza cerca a mi casa. Nada que ver con el lugar donde debía presentarme. Lo peor es que de verdad soñé... pensé... que estaba despierta!!! Pero no. Aún seguía dormida sobre mi cama con mucho sueño y muy pocas ganas de levantarme. Estaba tan calientita en mi camita...
Ya ni modo, tuve que levantarme y aunque al principio haya sido dificil estar de buen humor mi madre con su presencia me animó. Correr tras de mi hacia la puerta de la calle con mi desayuno en la mano fue divertido. sobretodo porque las vecinas nos miraron raro. No pude hacer otra cosa que reirme. Fue gracioso de verdad. Algo así como una caricatura...

Llegué a tiempo al examen, quizá demasiado temprano. Obviamente el sistema siempre ha funcionado así. La hora boliviana nunca cambiará. El retraso de más de media hora... Me pasé el tiempo pensando. No sé en qué diablos pensé, pero pensé algo de eso estoy segura. Nos entregaron el examen y fue fácil... quizá demasiado fácil de forma que resultara muy probable ser sólo respondida de forma adecuada por pocas personas. Leer un cuento.
Primera pregunta: Resumir el cuento en no más de 300 palabras.
Segunda pregunta: Opinión sobre el cuento en no menos de 350 palabras.
Tiempo: 3 horas.

Utilicé casi dos horas para hacer un resumen lo más decente que pude y dar una opinión sin mucha experiencia de mi parte. Así que estoy más allá que para acá. ¿O es más para acá que para allá? Es decir, no creo que sea una de "los 14 elegidos entre los 140 postulantes".
Desgraciadamente este examen es el que decidirá mi futuro para este año. No me importaría tanto el hecho de aprobarlo sino fuera por esta razón. Si no lo he aprobado tendré que buscar algo en qué ocuparme durante los próximos seis meses. Aunque claro, como toda buena chica he tomado mis previsiones y tengo algunos proyectos importantes en mente. Pero éste era uno de los básicos, quizá no importante, pero sí básico. Necesito estudiar algo porque sino mi vida carecerá de todo sentido. Siento y presiento que no podría soportar un año más de mi vida sin estar encaminada en lo que se supone es "el sendero de la luz".

De todos modos debo estar preparada para lo peor. Y lo peor es que no aprobé el examen. Cabe una pequeñísima posibilidad de que sí... tal vez si los demás postulantes fuesen los ineptos que parecían ser... Cierto. Soy una mediocre que está esperando a que los demás caigan para tener la oportunidad, pero eso es lo único que tengo ahora. La única esperanza. De sólo pensarlo resulta gracioso... pero es lo que me queda.
Así que tendré que soportar dos días más de incertidumbre para saber lo que haré de ahora en adelante. Aunque tal vez ni eso sea seguro una vez haya logrado entrar. Debo confesar que a veces vivo al día, aunque resulte patético, es lo que hago.

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