Creo que nadie mejor que mi madre sabe que mi vida se trunco hace algunos años. Los porqué dejé de luchar por ser alguien son variados, inexplicables. Y buscar respuestas para esto también me parece inútil. Así que simplemente diremos: Perdí las ganas de vivir. De hacer algo por mi misma. Se me fueron las ganas de hacer algo de mi vida. Y dudo que en algún momento esas ganas que antes tenía regresen.
Sin embargo, ahora que yo creo que es tarde para pensar en nada para hacer, mi madre ha decidido darme otra oportunidad para volver a empezar. Y es así que en Mayo empezaré la carrera de Gastronomía Profesional en la Escuela de Hotelería y Turismo.
Mis expectativas son grandes, es algo que me emociona y aunque me gusta el tema de la cocina y aprender muchas más cosas, la verdad es que también me atemoriza un poco. No sé qué sucederá en el futuro, pero creo que con el tiempo todo se irá acomodando y tal vez los planes vayan sugiendo.
La vida da muchas vueltas, no es tarde para empezar de nuevo y esta vez, aunque tropiece mil veces volveré a levantarme y ser perseverante hasta el final.
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