24 marzo, 2011

De cocina y otras historias

Creo que nadie mejor que mi madre sabe que mi vida se trunco hace algunos años. Los porqué dejé de luchar por ser alguien son variados, inexplicables. Y buscar respuestas para esto también me parece inútil. Así que simplemente diremos: Perdí las ganas de vivir. De hacer algo por mi misma. Se me fueron las ganas de hacer algo de mi vida. Y dudo que en algún momento esas ganas que antes tenía regresen.

Sin embargo, ahora que yo creo que es tarde para pensar en nada para hacer, mi madre ha decidido darme otra oportunidad para volver a empezar. Y es así que en Mayo empezaré la carrera de Gastronomía Profesional en la Escuela de Hotelería y Turismo.

Mis expectativas son grandes, es algo que me emociona y aunque me gusta el tema de la cocina y aprender muchas más cosas, la verdad es que también me atemoriza un poco. No sé qué sucederá en el futuro, pero creo que con el tiempo todo se irá acomodando y tal vez los planes vayan sugiendo.

La vida da muchas vueltas, no es tarde para empezar de nuevo y esta vez, aunque tropiece mil veces volveré a levantarme y ser perseverante hasta el final.

Año nuevo y nada ha cambiado

Ya ni sé lo que iba a poner. Busqué música "relajante" y me dio por escuchar Linkin Park. Y el "ruido" dispersó mis pensamientos sobre la entrada.

Como sea, no han sido días fáciles. Los últimos meses, semanas y días. Los problemas ajenos me alcanzan y me afectan como si fueran mios, no entiendo siquiera porqué. Bueno, si me pongo a analizar la situación tratando de buscar respuestas se me vienen varias a la mente, todas con resultados patéticos. Y me avergüenzo de eso. Supongo que les he dado demasiada importancia y mi falta de equilibrio me perjudica, y a los demás también, mucho más de lo que quisiera aceptar.

En fin... Después de estas desvariaciones sin sentido no puedo llegar más que a la conclusión de que debería de dejar atrás todo aquello que hace que me ponga en ese estado. Un lugar que hace mucho tiempo debi dejar, personas que nunca debí conocer y situaciones que nunca debí haber vivido porque no estaba ni estoy lista para lidiar con ellas. Ahora ya es demasiado tarde para dar marcha atrás y sé que lamentarme por lo que no fue ni será es inútil, pero no puedo evitarlo. Así de estúpida soy.

Todavía no tengo claro lo que voy a hacer exactamente, pero creo que lo mejor será dejar todo en orden antes de marcharme y no volver más. Y me enfocaré en nuevas cosas, las cuales espero dejar grabadas en la siguiente entrada. Hay muchas otras cosas que quiero hacer, que dejé al margen para poder cumplir con lo que creí era mi responsabilidad o algo así. Es hora de retomarlas, hace mucho que lo fue pero lo dejé pasar... Es hora de cambiar. De cambiar de verdad.